LA CARTA
La carta sirve para incluir infinidad de asuntos, desde los temas más trivales hasta los negocios más importantes, desde la operación comercial más sencilla relaciones diplomáticas más delicadas. por ello de mucha importancia su contenido, es decir, debe ser escrito correctamente, utilizando el vocabulario apropiado y claro así como los signos de admiración.
Las partes de las cartas son:
Encabezado de la carta: contiene el nombre, fecha, día, dirección y lugar al que se dirige.
El saludo: es consolidado o personal en fórmulas concretas.
Cuerpo de la carta: es aquí donde expone al asunto con los temas adecuados.
La despedida: se coloca el nombre en el área inferior de la carta.
Firma: el emisor coloca su firma de forma clara.
Las clases de cartas son:
Estilo formal: es este estilo de carta donde se trata de asuntos públicos, oficiales o de negocios, la carta es dirigida a una persona desconocida o con la que no tenemos un tipo de relación amistosa.Generalmente es breve, porque la intención del emisor es concreta y precisa con lo que desea comunicar.
Estilo informal o coloquial: la carta se dirige a las amistades o familiares y el lenguaje es informal o coloquial, perfectamente entendible para el emisor y el destinatario; se le dice informal porque existe una relación de confianza.
Estilo familiar: se deriva de el estilo antes descrito, la diferencia es que es para familiares.
Estilo extremadamente formal: la distancia es bastante notable hacia el receptor. Además al dirigirse la carta se coloca la señora o el señor, don o doña con apellido y nombre.
Características principales de una carta.
-Hay un receptor (destinatario) y un emisor (remitente).
-Se organiza con claridad, concisión, precisión y exactitud.
-Posee una actitud cortés y amable.
-Busca una reacción favorable a los intereses del remitente.
Características principales de una carta.
-Hay un receptor (destinatario) y un emisor (remitente).
-Se organiza con claridad, concisión, precisión y exactitud.
-Posee una actitud cortés y amable.
-Busca una reacción favorable a los intereses del remitente.